Había un tiempo en que sólo me importaba mi credibilidad, entonces era políticamente correcto, cuidaba mucho el detalle. Cada cosa que hacía. Pensaba, y con razón, que muchos de mis proyectos y anhelos, estaban vinculados a la impresión que yo causaría en los demás. “ Ser más papista que el papa”, (que se decía entonces). Había mucho por hacer, por demostrar y demostrarme. Por eso cuidaba mucho cada palabra y cada gesto, siempre presente aquella frase: “ NUNCA TENDRÁS UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD DE CAUSAR UNA BUENA PRIMERA IMPRESIÓN” Y los estudios que demuestran que esa primera impresión es difícilmente modificable, salvo excepciones. Hoy cumplo 63 años y ayer me dijeron : “Porque dices eso , eso te quita credibilidad, y a todo las demás cosas que dices” Y de pronto me di cuenta, que ya no busco credibilidad, ya no siento necesidad de que la gente me crea nada, porque no busco convencer a nadie de nada. En este trayecto de la vida, libre de cargas y responsabilida...