Sobrecogedores
Una de las cosas que más me gusta de mi
profesión es asistir a una feria del vino que se realiza en Verona, (Vinytali),
ciudad mágica donde las haya. Estaba realizando el embarque en Barajas cuando
un periodista especializado que también se dirigía allí, me contaba que ya su
padre era periodista, especializado en tauromaquia. “Épocas difíciles para el
periodismo”. Me dijo, haciendo referencia a la post guerra española. “Mi Padre
tenía que comprar el espacio del periódico para su columna y vendérsela a los toreros
a cambio de una crónica que siempre los dejaría bien parado, y luego pasaban a
buscar el sobre por el hotel. Los llamaban los sobrecogedores”.
Imposible olvidarme de esa anécdota de
la España de los años 50, pero la semana pasada me vino un flash del más allá
que me la devolvió con fuerza a la cabeza, el más allá en mi caso, casi siempre
es Argentina.
.- Que bueno el artículo, me gusto.
.- Pueden usarlo si quieren, incluso si
lo quieren publicar total o utilizar parte , no pasa nada , está todo bien.
.-No, publicar ese artículo en el
periódico hoy cuesta $$$$$. (y me tiro una cifra).
Del romanticismo que teníamos cuando
estudiábamos periodismo, diría que solo dura mi matrimonio con la que fue mi
compañera de estudio; El intenso momento, casi de vértigo, de ver entrar en los
estudios de la radio, a escondidas y casi disfrazado a un Carlos Gabeta
perseguido entonces por la dictadura, de eso no queda nada, solo mi recuerdo, y
tal vez el de Marcelo Lopez Masia.
De mi protesta al director porque me enviaba
a hacer una nota intrascendente, (un reportaje sobre como afectaba el smog a
quienes dirigían el tráfico), una respuesta a fuego. “Tengo una familia”. De
los días posteriores al desembarco en Malvinas, un dolor inmenso por los
argentinos exultantes festejando ir a un guerra anacrónica y suicida. Del
Fisherton Post solo unos recortes viejos que me mando el director hoy en Vigo,
desaparecimos acusados de pro - británicos y traidores. El nombre del medio y
una crónica inoportuna a la dictadura unos días antes de la guerra fueron suficientes.
Convicción, miedo o dinero, o las tres
cosas se hacen presentes en el periodismo.
La decadencia de los
medios
Los nuevos tiempos tecnológicos son una
estocada mortal para los medios tradicionales, Google, Facebook, Instagram y
otros se han quedado con los presupuestos publicitarios de las compañías, los
medios escritos han visto desaparecer casi la totalidad de sus anunciantes, los
periódicos casi ya no se venden, prácticamente se regalan. Las noticias son
viejas cuando se imprimen y las primicias viajan por vía digital, las agencias
que generan las noticias responden a quienes la financian y en general están
escritas por gente que hace prácticas, generalmente desconocen el tema sobre el
cual deben escribir. Todos escriben de todo, nadie sabe de nada. Es la era de
la desinformación por exceso de información.
Los canales se han multiplicado y
Netflix y HBO los dejan sin masa crítica, lo que debilita su posibilidad de
conseguir anunciantes. Casi dependen exclusivamente del presupuesto del estado
y sus compañías para tener ingresos sustentables. Retirado el estado como
anunciante, sus días y su viabilidad están contados. Única posibilidad de
supervivencia es volver al estado anterior, aunque se conviertan en un órgano
de propaganda al puro estilo Goebbels. Es una pelea a vida o muerte, y cuenta
para ello con algo que aún es indiscutible, la capacidad de llegar a todos los
hogares y generar opinión e influir sobre el estado de ánimo y la percepción de
la realidad. Y un presupuesto enorme producto de la corrupción se ha puesto a
su servicio para lograr el objetivo.
Dimensionemos
Hay una imposibilidad manifiesta de
utilizar una escala humana para medir el Cosmos, por eso cuando decimos que la
Galaxia Messier 83, tiene un diámetro de 40.000 años luz y se encuentra a 15
millones de años luz, teniendo en cuenta que la medida años luz es una medida
de distancia, y es la distancia que recorre la luz en un año. ¿Qué mente humana
dimensiona esa distancia? ¿Cuánta distancia es 15 millones de años luz?
Algo así les pasa a los argentinos
cuando hablan del dinero que falta en el estado producto de la malversación y
corrupción, hay 20 personas “auto-inculpándose” de una estafa al estado en la
Obra pública, el caso se conoce como el Cuaderno de las Coimas,
una de las tantas cosas que pasan en nuestro país que da para 6 temporadas de
una serie en Netflix. Púes bien, el monto que dicen resultante de la estafa es
de 48.000.000.000 U$D, (cuarenta y ocho mil millones de dólares), y claro, la
gente dice:
.- Cuánto dinero !!!!
Pero más o menos tienen la misma
posibilidad de visualizarlo que cuando le decimos que dimensionen la distancia
que nos separa de Messier 83.
Conversando de esto en la playa
con un amigo Valenciano mientras caminábamos, me pregunta:
.-¿ Pero cuánto es eso?, que podemos
hacer con eso?
.- Te vendría bien un millón de
dólares?
.- Púes claro hombre, con eso me apaño
bien para el resto que me queda de vida.
.- Bueno, da un paso e imagina que por
ese paso te doy un millón de dólares.
.- Listo.
.- Avanzaste? Pues ahora da 48.000
pasos más, eso es.
Cara de sorpresa, y me pareció que así
casi dimensionábamos el espoleo.
Y claro, cuando le dije esto es solo una
parte, solo de una de las cajas de las que dispusieron para su saqueo. Quienes
están más familiarizados con estos números del Estado estiman que el monto
total de la corrupción está por encima de los 200.000.000.000 U$D (doscientos
mil millones de dólares).
Y teniendo por un lado los recursos.
¿Qué se puede hacer con ello en los medios, pensé?
Cuantos periodistas necesitamos ¿200?
¿A 10.000 U$D por mes de promedio? Eso da 24.000.000 USD anuales (veinticuatro
millones de dólares anuales), por lo tanto, si pagamos del Botín aún quedarían
199.976.000.000 U$D, creo que ahora ya podemos entender porque interesa más el
precio de la lechuga que la bajada de la mortalidad infantil, el descenso del
narcotráfico, el control del déficit, la apertura de mercados, tambos,
exportaciones … Así estamos con un periodismo indigno al servicio del golpismo,
minimizando la barbarie alrededor del congreso, silenciando el asesinato de un
diputado y cuanta buena noticia acontece, y dándole el espacio a quienes nos
empujan al autoritarismo más feroz.
Unos pocos se salvan de tanta
indignidad que los hace cómplice de una tragedia en puertas, es como “Crónica
de una muerte anunciada”, todos la ven venir, pero nadie hace nada para
evitarla, y cada acontecimiento nos acerca más al trágico final, todos
encuentran una justificación. Como Hari Sheldon en su psicohistoria, el destino
está escrito en innumerables acontecimientos que conducen a un único y posible
final. Y los sobrecogedores habrán sido el engranaje
definitivo para hacer posible la caída en el abismo. Y no será suficiente el
tiempo que tarda un rayo de luz de Messier83 a la Tierra para borrar tanta
indignidad de la mayor parte del periodismo argentino.
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